El sitio Leak permite enviar correos electrónicos de forma anónima, sin registro de ningún dato de quien lo envía. ¿Estamos ante una herramienta realmente necesaria o ante un proyecto “porque se puede”? Además ¿somos lo suficiente responsables para hacer un buen uso de este servicio?
Hace tiempo, cuando comenzó a popularizarse Secret se habló mucho de lo que se puede hacer con herramientas como esta, de lo mucho a que aboga por el sentido común y la buena voluntad para hacer un buen uso del anonimato. Más allá de las bromas, más allá de lo fascinante que puede ser estar bajo una máscara secreta, lo que se dice y lo que se puede desencadenar por un comentario (que aunque sea cierto) puede hacer pasar muy malos ratos y complicados a la persona en cuestión.
En este sentido, Leak va directo a la bandeja de entrada y esto puede ser muy tentador para alguien con no tan buenas intenciones. Sé bien que el problema no es el servicio en sí, sino el uso que hagamos de él. Esa siempre será nuestra responsabilidad. Lo cierto es en Leak solo abres la página ingresas el email al que quieres escribir, escoges la descripción de quién envía que va desde coworker, familiar, de amigo a amigo y “someone”, y aceptas (sólo la primera vez) que leíste los términos y ya puedes enviar tu mensaje.
Así de fácil es usar el servicio de Leak, no se ingresa ningún dato adicional y la lista de términos de uso es en realidad un listado que sugiere el buen uso de la herramienta Leak. A mí me parece que es en realidad una lista de lo peligroso que puede resultar su uso, habla de no enviar amenazas, de no enviar mensajes de autolesiones, pide no enviar amenazas, ni pornografía, ni hacer uso del servicio si se tiene menos de 13 años. Esa lista de Do and Don’t Terms es como “curarse en salud” en realidad no he encontrado un uso verdaderamente práctico para Leak pero como todo en el mundo del Internet, la herramienta existe y el uso que le demos es nuestra responsabilidad.