Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford sugiere que jugar una hora o menos al día a videojuegos es beneficioso para niños y adolescentes. Los efectos de jugar de manera moderada se asocian a jóvenes más estables y con mejor conducta que los que nunca han tenido contacto con un videojuego o los que pasan más de tres horas.
Los resultados publicados en la revista Pediatrics, sin embargo, apuntan a que la influencia del entretenimiento electrónico es mínima comparada con factores de más peso como la familia, las relaciones en el colegio o su nivel adquisitivo. Algo que era de esperar, por otra parte.
Entre el 10% y 15% de los jóvenes británicos juega más de 3 horas al día
El estudio ha sido llevado a cabo en el Reino Unido a 5.000 jóvenes, la mitad de cada género, con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años. En él, se realizaron una serie de entrevistas para comprobar el nivel de vida de los chicos y su nivel de uso de videojuegos. Las respuestas dibujaron un mapa en el que el 75% de los adolescentes jugaban a diario y los que dedicaban más de la mitad de su tiempo libre a los videojuegos resultaron no ser tan estables como los otros.
El doctor Andrew Przybylski del Oxford Internet Institute, autor del estudio, reconoce que los resultados se deben tener en cuenta en su justa medida. Los factores más determinantes en la educación de un pre-adolescente como la familia, amistades o la comunidad que lo rodea aún deben ser estudiados para conocer el alcance de la influencia combinada con los videojuegos en el mundo real.
Es interesante, de todos modos, conocer que el ocio electrónico no es nocivo. De todos es conocido la facilidad que tiene la prensa, en especial la televisiva, de relacionar videojuegos y violencia, en especial con graves sucesos en los que hay muchos muertos. Tal vez este estudio no sea el definitivo, tal y como reconoce su autor, pero abre una pequeña ventana a la confirmación de que el uso moderado de las videoconsolas y ordenadores contribuye a una estabilidad emocional.