La legislación es la legislación y en el mundo de la automoción los límites deben ser muy claros y no deben poder traspasarse. Cuando recibimos, con los brazos abiertos, las soluciones que preparan Google y Apple para adentrarse en nuestros coches pensamos en sistemas multimedia con muchas funciones, posibilidades, la llegada de aplicaciones... Pero probablemente no sea así, al menos de manera inicial, y esta es la conclusión que he sacado tras leer la actualización guía de desarrolladores de Android Auto, en la que se desvelan ciertas limitaciones y lo que podrán hacer los desarrolladores.

Android Auto ofrecerá una experiencia diferente a la que disfrutamos ahora mismo de los sistemas multimedia es nuestro coche, pero no vamos a tener la misma experiencia que la que tenemos en los smartphones y tablets, donde la libertad que tiene el usuario es muy elevada. Android Auto será un sistema cerrado, en el que los desarrolladores tan solo podrán modificar ciertos parámetros, pero muy controlados por Google.

Existirá un modo nocturno para evitar deslumbrar al conductor por la noche.

Por ejemplo, los desarrolladores no tendrán carta libre a la hora de diseñar sus aplicaciones. Sus creaciones no serán realmente apps sino que añadirán nuevas funciones a aplicaciones creadas por Google. Además, en materia de diseño solo podrán "rellenar espacios en blanco", es decir, Google hace el diseño de la interfaz y los desarrolladores pueden cambiar los colores, las acciones de los botones y el texto mostrado.

Estas limitaciones afectan incluso a la posición de los botones, a la adición de más botones o incluso a cambiar el tamaño de las cosas, por supuesto, olvídense de ver pantallas adicionales. Las aplicaciones no podrán duplicar funciones con las que ya tiene el sistema, por ejemplo con la aplicación de medios. Los desarrolladores tendrán que usarla como reproductor para sus aplicaciones y no podrán crear su propio reproductor. Al igual que sucede en Android Wear, Auto podrá conectar a las APIs de notificaciones y mostrarlas de una forma ordenada en la pantalla, para evitar que se pueda manchar la experiencia de uso.

El planteamiento es muy al estilo Apple.

Pero no solo hablamos de ensuciar, sino de ahorrar. Para Google, hacer de Android Auto un sistema más cerrado significa hacer que los desarrolladores ahorren dinero en diseño de interfaces porque al ir instaladas en un coche, deben pasar por numerosos organismos reguladores en todo el mundo. Android Auto proporcionará una interfaz estándar diseñada para evitar las distracciones del conductor, y esto solo se puede controlar cerrando el sistema.

Google ha tenido que diseñar Android Auto para que no sea una distracción, y así lo ha tenido que probar ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras. Por ello, la seguridad ha jugado un papel fundamental a la hora de concebir Auto, aunque llegará descafeinado a cómo nos lo imaginábamos, va a ser, junto a CarPlay de Apple, los artífices de una pequeña revolución en la manera de entender el entretenimiento en el coche. Hasta que llega el SDK a los desarrolladores, algo que sucederá en los próximos meses, nos tenemos que conformar con estas capturas de pantalla.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: