Siento que estas últimas semanas se han caracterizado por un nuevo "encontronazo" entre la política mundial y el internet como fenómeno social-mediático. Tal vez se trata de políticos sintiendo que el peso de lo que circula en la red es mayor y alguna manera los está afectando; un buen ejemplo de ello fue lo que contábamos la semana pasada con relación a los bloggers italianos y ahora lo vemos con el Presidente del Senado Español, David Rojo:
Ha asegurado que corren "tiempos apasionantes para la información, pero también para la desinformación, la confusión y la manipulación", ya que, según ha dicho, "el uso generalizado de Internet ha permitido un nuevo y potente canal de información, que no en pocas ocasiones incumple el deber de ofrecer informaciones veraces y contrastadas".
En este sentido, ha añadido que con ello "pretenden elevar a categoría de noticias rumores muchas veces interesados y maniobras para desprestigiar a personas o empresas en una práctica que consigue desprestigiar a una profesión que no lo merece".
Como bien apunta Manuel Almeida, son declaraciones graves, peligrosas y tendenciosas que por un lado parecen venir de alguien que no entiende el internet o que simplemente busca manipular para favorecer a grupos mediáticos tradicionales.
Internet no es el culpable de los rumores o la desinformación, son prácticas que se han realizado desde hace muchísimo tiempo, mucho antes que el internet se popularizara; la prensa amarilla, los medios supuestamente "objetivos" con claros compromisos con políticos, partidos, marcas, y empresas han estado ahí siempre.
Enlace: El presidente del Senado español alerta del desprestigio por informaciones no veraces en Internet | Vía: Mangas Verdes