Francisco Vargas muestra en Vivir México algunas de las fotos que el Excelsior publicó del terremoto en la Ciudad de México el 19 de septiembre, 1985. Algunas son sumamente impactantes; es increible cómo los medios (nuevos, tradicionales, digitales) ahora dictaminan la gravedad de una catástrofe: en esa época no existía ni de broma lo que ahora llamamos periodismo ciudadano, no había la facilidad de comunicaciones ni el flujo informativo que tenemos ahora, por lo que suena a un evento que muchos nunca entendieron lo grave que fue. Los que vivían en esta ciudad aún no lo olvidan.
No me malinterpreten, no digo que la manera en que suceden (o se informan) las cosas ahora sea mala, es simplemente diferente.