Ser tan grande como lo es Google tiene varios inconvenientes y uno de ellos es que el fantasma del monopolio está constantemente revoloteando a su alrededor. De vez en cuando ese fantasma pasa a ser algo corpóreo y eso es lo que acaba de ocurrir en Europa: la Unión Europea está investigando al gigante de las búsquedas por posibles problemas de competencia.

En esta ocasión el proceso de investigación preliminar no fue iniciado por iniciativa propia de la UE sino que ha sido provocado por las denuncias de tres compañías que operan en Europa, concretamente los denunciantes son según varios medios Foundem, buscador de productos, servicios y comprador de precios, Ejustice.fr, buscador centrado en temas jurídicos y finalmente Ciao, propiedad de Microsoft, o la compañía con más solera y conocida de las tres centrada también en la comparación de precios.

¿Y por qué denuncian estos tres a Google ante la UE? Pues por lo que todos estáis imaginando, acusan a Google de prácticas abusivas, dicen que tanto en el tema de las búsquedas como en el de la publicidad los de Mountain View están dañando de forma consciente sus negocios mediante diversas estratagemas, por ejemplo Foundem dice que Google coloca en los resultados de las búsquedas sus enlaces en lugares poco favorables.

Personalmente esto me suena a clara pataleta y dudo muchísimo que la UE encuentre pruebas que sustenten las acusaciones vertidas por estas compañías. Le pese a quien le pese, Google ha llegado hasta donde está a base de una cosa principalmente: ser mejor que el resto.

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