Hoy, tres de febrero de 2011, está siendo en mi opinión y la de muchos otros un día realmente vergonzoso en el mundo del periodismo español. Y es que resulta que un tweet humorístico, junto al alboroto montado por dicho micromensaje en varios medios, han sido razones suficientes a criterio de un rotativo de tirada nacional para ventilar de la empresa sin miramientos al autor de dicho tweet. Sí, efectivamente como muchos ya habréis adivinado me estoy refiriendo a El País y Nacho Vigalondo.

Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!less than a minute ago via web

Para el que ande un poco perdido Nacho Vigalondo es un director de cine español (autor de por ejemplo las bastante conocida película “Los cronocrímene”) quien además de eso también mantenía un blog alojado en El País y tenía otros lazos con la publicación --concretamente escribió, dirigió y protagonizó un anuncio para el periódico que nos ocupa-- hasta el día de hoy que todo se ha ido al traste por el tweet que podéis ver justo encima de estas líneas.

El caso es que tras publicar Vigalondo el mensaje que veis arriba varios usuarios de la red de microblogging le criticaron. Después de eso diversos medios de comunicación se hicieron eco del mensaje y reavivaron la polémica en varias ocasiones, a lo que el cineasta respondió con un post en su blog de El País en el que **pide perdón por el mensaje, explica por qué escribió el tweet y deja meridianamente claro que simplemente se trataba de un gag humorístico: “El pasado viernes noche, en circunstancias más festivas que otra cosa, comprobando que había alcanzado la cifra sonora de 50.000 followers, decidí twittear diferentes versiones de un mismo gag”.

Pero para El País no fue suficiente y hoy mismo acaban de anunciar que:

EL PAÍS ha decidido retirar la campaña de publicidad protagonizada por Nacho Vigalondo como consecuencia de los comentarios realizados por el cineasta en su cuenta personal de la red social Twitter sobre el Holocausto padecido por el pueblo judío

Por otro lado Nacho también publicó un post en el que hasta ahora era su blog dentro de El País donde nuevamente pide disculpas por su tweet y anuncia la suspensión de la bitácora:

Por otro lado, a raíz de todo lo que ha pasado desde el pasado viernes, somos conscientes de que la suspensión de este blog puede ser una medida consecuente. 
Así que este es un un adiós. Ha sido una época fantástica. 
Habrá más.  
Gracias.

¿Qué opina la gente de todo esto? es la siguiente pregunta lógica. Pues salvo excepciones las decisiones de El País han desatado la cólera de muchísimo en Twitter. Concretamente si miramos el hashtag #vigalondo encontraremos cientos de tweets de apoyo al director de cine y otros en los que se acusa a El País de censura y lindezas similares. Además de este hashtag también se ha puesto en marcha otro, #humorelpais (tema del momento ahora mismo en España), bajo el que se están publicando cientos de mensajes humorísticos en apoyo a Nacho Vigalondo.

Y ahora que ya estamos todos puestos en situación, voy con alguna reflexión personal.

En mi opinión, como ya he manifestado otras veces, cada uno puede publicar lo que le de la gana en Twitter, pero también debe atenerse a las consecuencias, aunque en este caso particular han sido absolutamente desproporcionadas por las siguientes razones:

  • El tweet de Vigalondo era una broma y se entendía perfectamente que era eso, puro humor y nada más
  • Aún así Vigalondo publicó un post con explicaciones permenorizadas y pedió perdón abiertamente
  • Finalmente --esto es lo más peliagudo del asunto-- tenemos que El País está crucificando a uno de sus colaboradores por un mensaje publicado en su cuenta personal de Twitter

En resumen para mi El País ha meado completamente fuera del tiesto y estamos ante una prueba palpable de como uno de los grupos de comunicación con más peso de este país amenaza la libertad de expresión de sus trabajadores. ¿Cuántos periodistas más estarán en este justo instante aplicándose “autocensura” en Twitter por miedo a las represalias de su grupo?

Por último, este caso vuelve a demostrar otra vez más lo extremadamente necesario que es proteger la red; es de los pocos reductos que quedan donde cualquiera puede disfrutar de su derecho básico a la libertad de expresión de una forma plena y sin poderes fácticos de por medio. Así que señor Nacho Vigalondo, servidor le insta desde esta humilde tribuna a que se cree usted ya mismo su propio medio de comunicación en Internet en forma de blog para por ejemplo poder hacer humor libremente sobre lo que le de la gana.

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