Dice la Wikipedia que un Estado policial es “un Estado donde el gobierno mantiene un estricto control sobre la sociedad, particularmente a través de la supresión de las libertades civiles y a menudo mediante una fuerza de policía secreta y un gran despliegue e inversión en mecanismos de vigilancia. Esto implica que el control por el gobierno contradice la voluntad de los individuos que están siendo controlados”. La situación descrita, por desgracia, es bien conocida ya que se da en muchos lugares del planeta; lo que nadie esperaba era que las autoridades políticas gobernantes de un país democrático emprendieran batería de acciones en una de las capitales europeas más importantes que, salvando todas las distancias, nos acercan a lo que se puede ver en países carentes de democracia comandados por estados policiales.

Sí, como muchos ya habrán adivinado me estoy refiriendo a Madrid, ciudad en la que desde hace cuatro días la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento vienen tomando una serie de medidas en el marco de la incomprensible lucha que han decidido emprender contra el movimiento ciudadano 15M de legalidad muy dudosa que además han dado lugar a situaciones injustificables en un estado democrático. La lista de acciones cuestionables y hechos intolerables, que ayer creció otro poco más con las brutales cargas policiales que se produjeron durante la concentración pacífica frente a la sede del Ministerio del Interior, es larga:

  • La Plaza del Sol situada en Madrid lleva cuatro días blindada por un fuerte dispositivo policial; es decir que se ha impedido y se sigue impidiendo a estas horas la libre circulación de los ciudadanos por un lugar público, lo que choca con el artículo 19 de la Constitución el cual protege el derecho de la ciudadanía a la libre circulación (solamente puede suspenderse mediante estado de excepción o sitio.

  • En los últimos cuatro días las autoridades han impedido mediante el blindaje de Sol que los ciudadanos se reúnan en la plaza para desarrollar asambleas populares temporales, lo que es incompatible con otro artículo de la constitución, el 21, que protege el derecho de reunión en lugares públicos.

  • En la línea de los dos puntos anteriores, la ocupación permanente de la Puerta del Sol por parte de los cuerpos policiales también supone la vulneración del derecho fundamental de concentración y del de manifestación.

  • Ayer se produjo la detención de un periodista de Lainformacion.com mientras cubría la marcha del 15M y varios medios de comunicación, como la cadena TeleSur, han denunciando a lo largo de estos días que la policía no les está permitiendo desarrollar su trabajo. Se está recortando pues otro derecho fundamental contemplado en nuestra Constitución, el de libertad de expresión e información.

  • Las cargas policiales vistas ayer fueron a todas luces desproporcionadas rozando el incumplimiento de los Derechos Humanos (arremetieron violentamente contra ciudadanos que se manifestaban en actitud completamente pacífica dejando tras de sí un rastro de 13 heridos). No soy el único que lo ve así, por ejemplo Amnistía Internacional España ha venidomanifestando preocupación por un uso desproporcionado y excesivo de la fuerza” y más allá de interpretaciones varias es una realidad que se están dando casos de brutalidad policial como demuestran diversas declaraciones (por ejemplo las del periodista detenido a quien la policía le pidió que se fuera, este se negó argumentando que estaba trabajando --se identificó como periodista con su carnet-- y en respuesta primero “me dieron golpes con la porra en la cintura” y después al intentar hacerse con los números de placa de los agentes que le estaban atacando “me dieron un golpe en la cara”).

  • Las autoridades políticas responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están incurriendo en dejación de funciones al no tomar medidas contra los agentes del orden que se niegan a identificarse (según el BOE número 43 todo Agente de la Autoridad “llevará obligatoriamente el carné profesional, que será exhibido cuando sean requeridos para identificarse por los ciudadanos con motivo de sus actuaciones policiales”).

  • De lo anterior se deduce que los propios agentes del orden están cometiendo una ilegalidad conscientemente cada vez que se niegan a identificarse cuando se lo solicita un ciudadano.

  • Por último a todo lo dicho tenemos que sumar el impacto negativo que el blindaje policial de Sol supone para los comerciantes de la plaza junto al cierre de la estación de Metro y Cercanías del lugar.

Todas estas cuestiones jurídicas y hechos nos llevan hasta una pregunta obligada, ¿de verdad todo esto era necesario?, y la respuesta es un no rotundo ya que se analice por donde se analice las últimas decisiones carecen de sentido.

En ningún momento el 15M de Madrid ha buscado retomar el campamento permanente de Sol que se desmotó hace unas semanas, que hubiera sido la única razón más o menos lógica para tanto despliegue, básicamente porque ya no lo necesitan al estar consolidado el sistema asambleario en muchos barrios de la ciudad. No, lo único que estaban haciendo era desarrollar sus actividades legítimas de forma pacifica, hasta que de golpe, sin mediar negociación alguna, se produjo el levantamiento del punto de información del movimiento en Sol (de 20 míseros metros cuadrados y el cual además tenían previsto reducir aún más); la acción claramente fue una provocación estúpida con la que se arrancó el igualmente estúpido pulso al que estamos asistiendo desde hace cuatro días y da como resultado justamente lo contrario al objetivo de evitar desordenes públicos que trastoquen la vida de los ciudadanos de Madrid.

Mi conclusión es que estamos ante otro nuevo coletazo de un sistema de organización social que agoniza porque entre otras muchas coas las vetustas instituciones que hacen las veces de columna vertebral están corrompidas desde sus cimientos, la forma de hacer política de los políticos que nos gobiernan ya no es válida para los ciudadanos del siglo XXI, y los partidos políticos se han convertido en auténticas empresas que solamente buscan el beneficio de la organización sin importar nada más. Se están defendiendo con uñas y dientes de lo que ven como una amenaza, pero por suerte sus fórmulas de defensa también son muy antiguas y causan el efecto contrario al deseado: la revitalización del movimiento 15M.

Imagen: JRMora

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